SUMARIO: 1. Los “dotores” en las armas – 2. El fracaso del ´97 – 3. 1904 y otra vez revolución – 4. El retorno a las leyes y el inicio en la política – 5. El constituyente, el legislador, el ministro

1. Los “dotores” en las armas

Nuestro historiado de hoy es un personaje singular. Amante del derecho y arrastrado a la lucha revolucionaria en las revoluciones saravistas por su amor a las leyes. La masa de soldados ciudadanos esencialmente se nutrieron históricamente de los elementos de nuestra campaña. No estuvieron ajenos los “dotores” como Luis Alberto de Herrera, Julián Quintana, Basilio Muñoz, Fernando Gutiérrez u otros profesionales como los médicos (Lussich, Ceberio, Martínez, Morelli, A. Lamas, Baena, Berro, etc.) o agrimensores (Carmelo Cabrera y Ros), o aún literatos como Javier de Viana, Roxlo o Florencio Sánchez. Pero ellos fueron las excepciones tomadas de lo más granado de nuestra sociedad.
El “Regimiento Rocha” de las milicias revolucionarias de 1904 no fue ajeno a este fenómeno. Allí estuvo Ernesto F. Pérez, quién era procurador pero no finalizó su carrera por los avatares guerreros que arrastraron al Partido Nacional y en los que él se involucró. Tuvo una peculiaridad aún mayor que ningún otro profesional poseyó a excepción notable del Escribano Basilio Muñoz, quién finalizó como general en jefe del movimiento revolucionario luego de la muerte de Saravia. Pérez fue un técnico del derecho y al mismo tiempo un jefe militar que tuvo comando de tropas propio en 1904 como veremos, hecho absolutamente inusual en las guerras civiles que asolaron nuestra patria.

Afiche de campaña electoral de  Ernesto F. Pérez

Afiche de campaña electoral de
Ernesto F. Pérez

2. El fracaso del ´97

Pérez nació en Rocha el 4 de octubre de 1872 siendo bautizado con el nombre de Ernesto Francisco; hijo de Domingo Pérez y Carmen Rodríguez. La casa de familia donde se crió estaba en pleno centro de la capital departamental, sobre la plaza principal, allí donde se ubica hoy el Cine 25 de Agosto. Muy joven concurrió a las aulas universitarias donde se hizo amigo íntimo de su compañero de estudios Luis Alberto de Herrera de quién solo se separaría en el tramo final de su vida a consecuencia del golpe de estado de Terra que alinearía a Pérez junto al nacionalismo independiente.
Su alma blanca lo volcó tempranamente a las insurrecciones saravistas cuando en 1897 se unió al Escuadrón Amorín, comandado por el rochense Cnel. Juan Amorín, hombre designado por Saravia para aglutinar las fuerzas del esteño departamento. La incorporación al ejército saravista se intentó hacer desde el Brasil previo pasaje por la frontera. Esto se hizo harto difícil por la custodia ejercida por los gubernistas en la zona fronteriza de Chuy. En virtud de ello todo el escuadrón se trasladó el 11 de marzo desde Santa Victoria del Palmar al Uruguay, desde el Puerto Periquito en barco por la Laguna Merín con destino a la actual ciudad de Río Branco donde se encontrarían con el Cnel. Alejandro Borches y las fuerzas del Cnel. José Núñez, vencedoras de Tres Árboles. La sorpresa fue mayúscula para nuestro hombre cuando ya integrando la columna de Núñez, éste decidió la disolución de su tropa en Artigas (hoy Río Branco) y Borches se negó a incorporarse a Saravia. Ello llevó a una diáspora donde algunos efectivos de este grupo de rochenses tuvo distintos destinos; una parte se unió al “Escuadrón Rocha” comandado por Yarza ya incorporado a Saravia; otros se independizaron de Amorín – como Marcelo Gónzalez, caudillo de la zona palmareña – y operaron al margen de él y el propio Amorín quién regresó a Rocha estimando que desde acá podría insurreccionar todo la zona Este.
Su incursión que se iniciara a principios de mayo (obra en nuestro poder una nota original de Pérez a Amorín preparando la invasión con fecha 6 de mayo) fue un duro revés para la revolución en la zona, terminando todas las fuerzas desarmadas en Brasil y Amorín en Buenos Aires. Previamente Pérez tuvo su bautismo de fuego en el Paso Largo del arroyo Don Carlos en las proximidades de Rocha y luego batiéndose en retirada sobre la misma línea fronteriza de Chuy donde libraron el 12 de junio el último combate de dicho escuadrón para internarse en derrota en el Brasil.
Finalizada esta contienda volvió a desempeñarse como procurador en nuestros pagos y así lo anunciaba en el periódico “La Democracia” a partir de fines de setiembre de 1897. Fundó luego su propio periódico en 1902 que se llamó “El Civismo” y perduró hasta 1910.

3. 1904 y otra vez revolución

Sonaron de pronto los clarines llamando a la revuelta en 1904. Se trasladó entonces al Brasil donde con otro núcleo de compatriotas – que fue encabezado por él con el grado de comandante – emprendieron la invasión a nuestro territorio el día 11 de mayo por el Chuy acampando en la Pulpería de Gatti. El 12 llegaron a Castillos, el 13 estuvieron en Chafalote, el 14 en India Muerta, el 15 en el Alférez, se salió del departamento de Rocha por la Picada de Aparicio el 16 y el 17 se incorporó finalmente al también rochense Cnel. Enrique Yarza pasando el Río Cebollatí por el Paso de las Piedras, siendo el primer núcleo de rochenses incorporado a la revolución ya que el Coronel Miguel A. Pereyra se integró a las filas revolucionarias al mando de otro contingente más numeroso recién el 29 de mayo a orillas del Arroyo Zapallar.
Sintió por primera vez el olor a pólvora en 1904 en la Batalla de los Olimares cuando la retaguardia saravista al mando de Muñoz detuvo a la vanguardia municista.
El 25 de mayo realizó la revista de sus tropas en las costas del arroyo Zapallar. Dicho documento histórico suscripto por Pérez delata el capital humano que comandaba y el “potencial” bélico que tenía, algo común a la pobreza franciscana que acompañó siempre a las huestes saravistas. Se revistaron un total de 91 hombres armados con solamente 40 armas largas de las más variadas categorías (Comblain, Winchester, Remington, Mauser, etc.) y apenas 1.862 tiros y – como no podía faltar en un tropa revolucionaria nacionalista – 6 lanzas (ver anexo documental pág. 267). O sea que, respetando las leyes estadísticas, la mitad de su tropa estaba desarmada, igual proporción que todo el Ejército Nacional Revolucionario.
No tenemos detalles concretos de su participación posterior pero sí es claro que se unió a las tropas del Cnel. Pereyra bajo sus órdenes y que combatió en todas aquellas instancias en que actuó el “Regimiento Rocha”: Tupambaé, Santa Rosa del Cuareim y Masoller. Aparece su nombre en la revista realizada en Sarandi del Quebracho el 1º. de julio estando allí al mando del 3er. Escuadrón. Surge su nombre también en la Revista final del “Regimiento Rocha” suscripta por el Cnel. Pereyra el 6 de octubre cuando se produce la entrega de armas el 13 del mismo mes a orillas del Olimar Grande figurando allí con el grado de Tte. Cnel. y como número tres de dicha tropa detrás del Jefe de las mismas y de Rosalío González, con igual grado éste al propio Ernesto F. Pérez.

4. El retorno a las leyes y el inicio en la política

Finalizada la contienda retornó a Rocha y a su trabajo pero poco a poco se volcó hacia la actividad política para no abandonarla nunca más. Así fue electo 5 veces diputado – una marca envidiable – 4 veces por Rocha y una por Montevideo. Debutó en la 25ª. Legislatura en 1914, fue reelecto en 1917, 1920, 1923 (por Montevideo) y 1926.
En 1913 integró la histórica minoría blanca que reingresó a la actividad política luego de la abstención de 1910. Allí estaban nada menos que Luis A. de Herrera, Washington Beltrán, Leonel Aguirre, Ismael Cortinas, Martín C. Martínez, Aureliano Rodríguez Larreta, Alfredo Vázquez Acevedo, Carlos A. Berro, Luis Ponce de León, Alejandro Gallinal, Duvimioso Terra, Fernando Gutiérrez, Enrique Andreoli, etc.

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5. El constituyente, el legislador, el ministro

La actividad de Pérez en esta etapa, conjuntamente con los ya nombrados, sirvió de base para la victoria nacionalista en la primera elección nacional con voto secreto en 1916 para la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente que dio a luz la Constitución de 1917, que sustituyó la de 1830 dando ingreso al país a la modernidad institucional consagrando el voto secreto entre otros logros. Pérez fue entonces electo constituyente por Rocha y su firma luce en los originales aprobados de la Constitución que luego sería ratificada por la voluntad popular.
Su afán por la verdad del sufragio lo haría transformarse en un batallador sin par por la modificación del régimen electoral vigente y en un experto en materia electoral. Así integrará la “Comisión de los Veinticinco” que creó el régimen electoral que rigió el Uruguay por casi tres cuartos de siglo y que en buena parte aún se mantiene vigente. Fue corredactor de las leyes de creación del Registro Cívico Nacional (Ley No. 7.960 de 16/1/1925) conjuntamente con el también rochense Francisco Hipólito López, quién fuera diputado blanco al estallido de la revolución de 1904.
Ello lo llevó a integrar la primera Corte Electoral como ministro del cuerpo y luego a ser presidente de la misma hasta que la abandonó en 1932. Por aquel entonces el diario “El Plata” en su edición del 17 de abril de 1932 refiere a Ernesto F. Pérez lamentando su alejamiento ya que dio “lo más puro de su espíritu y lo más útil de su actividad, había intervenido constantemente en la evolución cívica de la república, siendo una de las competencias indiscutidas en todo lo relativo al derecho electoral” y era de “… una integridad moral insospechable; inspiraba ciega confianza lo mismo que a su partido, a todos sus adversarios”.
A raíz del quiebre institucional de 1933 se distanció de Herrera integrándose al nacionalismo independiente, siendo parte del congreso elector de dichos sector en 1942. Para esa elección fue candidato a senador por la lista 97 del Partido Nacional Independiente, falleciendo poco antes del acto comicial el 5 de noviembre de 1942.
En definitiva hemos querido rescatar del olvido el nombre de uno de los más prominentes rochenses como lo es Ernesto F. Pérez para ubicarlo en el correcto altar de las dignidades ciudadanas por su actividad como soldado de las libertades públicas y como político ejemplar.

 

 

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